RIET | Red Internacional para el Estudio de la Tiroides

Tiroides

¿Qué es la glándula de la tiroides?

La tiroides es una glándula pequeña en forma de mariposa ubicada al frente del cuello. Produce hormonas que controlan la forma en que el cuerpo utiliza la energía. Estas hormonas afectan a casi todos los órganos del cuerpo y controlan muchas de sus funciones más importantes. Por ejemplo, afectan la respiración, el ritmo cardíaco, el peso, la digestión y el estado de ánimo. Las enfermedades de la tiroides causan que se produzcan demasiadas o muy pocas hormona. Algunas de las diferentes enfermedades de la tiroides incluyen:

    • Bocio: Agrandamiento de la tiroides
    • Hipertiroidismo: Cuando la glándula tiroides produce más hormona tiroidea de lo que su cuerpo necesita.
    • Hipotiroidismo: Cuando la glándula tiroides no produce suficiente hormona tiroidea.
    • Cáncer de tiroides.
    • Nódulos: Bultos en la tiroides.
    • Tiroiditis: Hinchazón de la tiroides

Funciones de la glándula tiroides

Su función es producir, almacenar y liberar las hormonas tiroideas, T4 o tiroxina y T3 o triyodetironina. Estas hormonas están involucradas en el desesarrollo del sistema nervioso central, el crecimiento, en el mantenimiento de la mayor parte de las funciones corporales y en la regulación del metabolismo.

 

Además, la producción de hormonas tiroideas está controlada por otra hormona llamada TSH (Hormona estimulante de la tiroides) que se sintetiza en la glándula hipofisaria del cerebro.

 

La TSH estimula la producción de T4 y T3 y varía de forma exponencial ante pequeños cambios de T4 y de T3.Es por ello que la TSH es un muy buen indicador de las alteraciones en la producción de las hormonas tiroideas.

Enfermedades de la glándula tiroides

Las enfermedades tiroideas son entre cinco y ocho veces más frecuentes en mujeres que en hombres y la posibilidad de presentar una disfunción aumenta con la edad. Las patologías más frecuentes que afectan la glándula tiroides son:

 

  • – Hipotiroidismo
  • – Hipertiroidismo
  • – Tiroiditis
  • – Cáncer de tiroides

 

Hipotiroidismo

El hipotiroidismo ocurre cuando no se producen suficientes hormonas tiroideas, causando síntomas como estreñimiento, sensación de frío, cansancio y dificultad para concentrarse. Si una persona sufre de hipotiroidismo a una edad temprana, esto puede causar problemas de crecimiento, retraso de la pubertad y períodos menstruales irregulares

Los síntomas del hipotiroidismo pueden variar de persona a persona. Cuando se sufre de hipotiroidismo, la disminución  de estas hormonas enlentece nuestro metabolismo. Entre sus síntomas se pueden encontrar:

 

  • – Fatiga
  • – Aumento de peso
  • – Rostro hinchado
  • – Problemas para tolerar el frío
  • – Dolor articular y muscular
  • – Estreñimiento
  • – Piel seca
  • – Cabello seco y delgado
  • – Disminución de la sudoración
  • – Períodos menstruales intensos o irregulares
  • – Problemas de fertilidad en mujeres
  • – Depresión
  • – Baja frecuencia cardíaca
  • – Bocio, un agrandamiento de la tiroides que puede hacer que su cuello se vea hinchado. A veces puede causar problemas para respirar o tragar.

Las causas del hipotiroidismo pueden ser diversas, incluyendo:

 

Enfermedad de Hashimoto: Trastorno autoinmune en el que el sistema inmunitario ataca la tiroides (es la causa más común).

Tiroiditis: Inflamación de la tiroides

 

Hipotiroidismo congénito: Hipotiroidismo presente al nacer

 

Extracción quirúrgica de parte o la totalidad de la tiroides

 

Tratamiento de radiación de la tiroides

 

Ciertos medicamentos

 

En casos raros, una enfermedad de la glándula pituitaria o consumir demasiado o muy poco yodo en la dieta

El hipotiroidismo se trata con un medicamento administrado por vía oral para reemplazar la hormona que su propia tiroides no puede producir, levotiroxina (Levo-T, Synthroid, otros). Entre 6 a 8 semanas después de comenzar a tomar el medicamento se le realizará un análisis de sangre para verificar el nivel de su hormona tiroidea.

 

El médico ajustará su dosis si es necesario. Cada vez que se ajuste su dosis, se le realizará otro análisis de sangre. Una vez que encuentre la dosis correcta, es probable que en 6 meses se someta a otro análisis de sangre. Después de eso, necesitará la prueba una vez al año.

Hipertiroidismo

A diferencia del hipotiroidismo, esta condición ocurre cuando la glándula produce un exceso de hormonas tiroideas. El exceso de hormonas puede causar muchos problemas, como cambios de humor, ansiedad, fatiga y palpitaciones del corazón, entre otros.

La función principal de la hormona tiroidea es la estimulación del metabolismo y es esencial para el funcionamiento normal de las células. Cuando se sufre de hipertiroidismo, el exceso de hormonas sobreestimula nuestro metabolismo. Uno de los principales síntomas del hipertiroidismo es la “aceleración” de diversos sistemas de nuestro cuerpo.

 

Entre estos síntomas se: latido cardíaco rápido, aparición de palpitaciones, temblor y síntomas de ansiedad. También puede producir diarrea y pérdida de peso asociado o no a un aumento del apetito.

Las causas del hipertiroidismo pueden ser diversas:

 

La presencia de nódulos que funcionan de manera independiente.

 

Bocio multinodular tóxico: crecimiento difuso o asimétrico de la glándula tiroides.

 

Enfermedad de Graves-Basedow: enfermedad autoimune que causa la estimulación de la glándula tiroides por anticuerpos

Tratamiento médico con antitiroideos:

El tratamiento del hipertiroidismo con antitiroideos consiste en administrar por vía oral una sustancia llamada tiamazol. Se trata de un tratamiento médico en que, el fármaco bloquea la síntesis de hormonas tiroideas.

 

Tratamiento ablativo con Yodo 131:

Se trata de un tratamiento en el cual, mediante la administración una sustancia radioactiva (Yodo  131) se destruye la célula tiroidea. Es muy eficaz y casi siempre curativa.

 

Cirugía de tiroides:

Consiste en extirpar parte o toda la glándula tiroides. Debe contemplarse como primera opción en nódulos únicos y bocios multinodulares tóxicos. También cómo tratamiento del hipertiroidismo en pacientes en que ha fracasado del tratamiento farmacológico o se extienda más de 18 meses, así como en pacientes en los que fracasa el tratamiento con yodo radiactivo

Tiroiditis

Las tiroiditis son un grupo de enfermedades que afectan la glándula tiroides caracterizada por la inflamación. La más frecuente es la tiroiditis autoinmune crónica o tiroiditis de Hashimoto.

Es producida por una elevación de anticuerpos que atacan y destruyen las células del tiroides.


La tiroiditis de Hashimoto se suele diagnosticar en la mayoría de los casos de manera incidental, en un control analítico o una exploración cervical rutinaria. En ciertas ocasiones, el diagnóstico se realiza porqué el paciente consulta por padecer síntomas de hipotirodismo.


Ante la presencia de la tiroides inflamada, y cuando se sospecha de esta enfermedad, se debe realizar un examen para determinar hormonas tiroideas (que suelen ser normales) y de Anticuerpos Anti-tiroglobulina y Anti-tioperoxidasa (Anti-TPO). Los Anticuerpos anti-tiroglobulina se encuentran elevados en el 60% de los pacientes. Mientras que los Anti-TPO, lo están en >95%, por lo que podríamos considerarlos altamente específicos.

El tratamiento de la tiroiditis en primera instancia consiste en el manejo de los síntomas, y en algunos casos cirugía.


Tratamiento médico de los síntomas de la tiroides inflamada
Los síntomas de la tiroiditis son atribuibles a un hipotiroidismo subclínico. En estos casos, se debe administrar levotiroxina para normalizar las concentraciones de hormonas


Cirugía de tiroides
El tratamiento quirúrgico de la tiroides inflamada se reserva para los casos en los que aparecen síntomas provocados por la compresión, grandes bocios multinodulares o la aparición de nódulos de crecimiento rápido, o nódulos sospechosos de malignidad .

Cáncer de tiroides

El cáncer de tiroides se puede presentar como un único nódulo tiroideo o puede formar parte de un bocio multinodular, que evoluciona durante años. Cuando hablamos de cáncer de tiroides podemos referirnos a cuatro distintos tipos de carcinomas o tumores malignos: el carcinoma papilar, el carcinoma folicular, el carcinoma medular y carcinoma anaplásico.

La mayoría de los cánceres de tiroides no provocan ningún signo o síntoma en las primeras etapas de la enfermedad. A medida que el cáncer de tiroides crece, es posible que provoque lo siguiente:


– Un bulto (nódulo) que se puede sentir a través de la piel del cuello.
– Sensación de que los cuellos ajustados de las camisas aprietan demasiado.
– Cambios en la voz, lo que incluye una ronquera cada vez mayor.
– Dificultad para tragar.
– Hinchazón de los ganglios linfáticos en el cuello.
– Dolor en el cuello y en la garganta.

Las opciones de tratamiento del cáncer de tiroides dependen del tipo y de la etapa del cáncer, de tu salud general y de tus preferencias.

La mayoría de las personas a las que se les diagnostica cáncer de tiroides tienen un pronóstico excelente, ya que la mayoría de los tipos de cáncer de tiroides pueden curarse con tratamiento.

 

Cirugía

La mayoría de las personas que tienen cáncer de tiroides y requieren tratamiento se someterán a una cirugía para extirpar parte o la totalidad de la tiroides. La operación que el equipo de atención médica podría recomendar depende del tipo de cáncer de tiroides, del tamaño del cáncer y de si el cáncer se extendió más allá de la tiroides a los ganglios linfáticos.

 

Entre las operaciones utilizadas para tratar el cáncer de tiroides, se incluyen las siguientes:

 

– Extracción de parte de la tiroides o de toda la glándula (tiroidectomía).

Una operación para extirpar la glándula tiroides puede implicar la eliminación de todo el tejido tiroideo (tiroidectomía total) o la mayor parte del tejido tiroideo (tiroidectomía casi total). El cirujano suele dejar pequeños bordes de tejido tiroideo alrededor de las glándulas paratiroides, lo que ayuda a reducir el riesgo de daño a esas glándulas que son las que regulan los niveles de calcio en la sangre.

 

– Extracción de una parte de la tiroides (lobectomía tiroidea).Durante una lobectomía tiroidea, el cirujano extrae la mitad de la tiroides. La lobectomía se podría recomendar si tienes un cáncer de tiroides de crecimiento lento en una parte de la tiroides y no hay nódulos sospechosos en otras partes de la glándula ni signos de cáncer en los ganglios linfáticos.

 

– Extirpación de los ganglios linfáticos del cuello (disección de los ganglios linfáticos).El cáncer de tiroides suele extenderse a los ganglios linfáticos cercanos del cuello. Una ecografía del cuello antes de la cirugía puede revelar signos de que las células cancerosas se han extendido a los ganglios linfáticos. De ser así, es posible que el cirujano extraiga algunos de los ganglios linfáticos del cuello para analizarlos.

 


Terapia de hormona tiroidea

La terapia con hormona tiroidea es un tratamiento para sustituir o complementar las hormonas producidas en la tiroides. Puede usarse para lo siguiente:

 

– Reemplazar las hormonas tiroideas después de la cirugía.

Si la tiroides se extirpa por completo, tendrás que tomar hormonas tiroideas durante el resto de tu vida para reemplazar las hormonas que producía la tiroides antes de la operación. Este tratamiento sustituye las hormonas naturales, por lo que no deberías tener ningún efecto secundario una vez que tu equipo de atención médica encuentre la dosis adecuada para ti.

 

También es posible que necesites un reemplazo de la hormona tiroidea después de haberte sometido a una cirugía para extirpar parte de la tiroides, pero no todos lo necesitan. Si tus hormonas tiroideas son demasiado bajas después de la cirugía (hipotiroidismo), el médico podría recomendarte hormonas tiroideas.

 

– Suprimir el crecimiento de las células cancerosas de la tiroides.

Las dosis más altas de la terapia con hormona tiroidea pueden suprimir la producción de la hormona estimulante de la tiroides (TSH, por sus siglas en inglés) de la glándula pituitaria del cerebro. La hormona estimulante de la tiroides puede provocar el crecimiento de las células cancerosas de la tiroides. En el caso del cáncer de tiroides agresivo podría recomendarse una terapia hormonal con dosis elevadas de la hormona tiroidea.

 


Yodo radioactivo

El tratamiento con yodo radioactivo usa un tipo de yodo que es radioactivo para destruir las células tiroideas y las células del cáncer de tiroides que podrían quedar después de la cirugía. Por lo general, se usa para tratar tipos de cáncer de tiroides diferenciados que corren el riesgo de diseminarse a otras partes del cuerpo.

 

Puedes hacerte una prueba para comprobar si tu cáncer podría beneficiarse del uso de yodo radioactivo, ya que no todos los tipos de cáncer de tiroides responden a este tratamiento. Los tipos de cáncer de tiroides diferenciados, como el cáncer papilar, folicular y de células de Hürthle, tienen más probabilidades de responder al tratamiento. El cáncer anaplásico de tiroides y el cáncer medular de tiroides no suelen tratarse con yodo radioactivo.

 

Los efectos secundarios que presentes dependerán de la dosis de yodo radioactivo que recibas. Las dosis más altas pueden causar lo siguiente:

– Sequedad en la boca
– Dolor en la boca
– Inflamación de los ojos
– Alteración del sentido del gusto o del olfato

 

Gran parte del yodo radioactivo abandona el cuerpo a través de la orina los primeros días después del tratamiento. Te darán instrucciones para que tomes las precauciones necesarias durante esos días a fin de proteger a los demás de la radiación. Por ejemplo, es posible que te pidan que evites temporalmente el contacto cercano con otras personas, en especial niños y mujeres embarazadas.